El Sacramento de la Confirmación completa y perfecciona la gracia de nuestro bautismo. Lejos de completar nuestra formación en la fe, la Confirmación llama a todos los católicos a un estudio más profundo y más grande de su fe para que puedan poner su gracia en acción en nuestro mundo.
La confirmación depende del horario del obispo y generalmente se lleva a cabo después de la Pascua.